El primer paso que se debe establecer a la hora de elaborar el trabajo es crear un cronograma. Es muy importante fijarse un tiempo para cada una de las fases del trabajo.
Además, el cronograma debera incluir las diferentes tareas que se prevén realizar durante el proceso de elaboración. Cada tarea y actividad debe asociarse con un período concreto dentro de esta estimación temporal.
Un recurso muy habitual empleado en la gestión de trabajos es el diagrama de Gantt. Este tipo de diagrama consta de dos ejes:
Para que un diagrama de Gantt sea efectivo, es muy importante saber detallar las diferentes tareas y actividades de una manera coherente y realista.
La elaboración de un esquema de contenido, deberá actualizarse constantemente, puede ayudarte en relación al tema y a su concreción. Es importante ir introducciendo las fuentes documentales que se consultarán y los argumentos que vayas obteniendo.
El trabajo de campo, de análisis y/o de experimentos es una de las etapas más largas y apasionantes en el proceso de elaboración, ya que sin ella no podrían obtenerse los resultados. Es importante describirlo y explicarlo detalladamente.
Revisa con frecuencia el contenido de la información que vayas extrayendo de las fuentes y somete el texto a todas las correcciones que sean necesarias.
La preparación de la metodología es una etapa fundamental en el proceso de elaboración. La metodología debe incluir los pasos, etapas o fases que se seguirán en el trabajo para alcanzar los objetivos propuestos y validar las hipótesis planteadas.
Se puede utilizar una metodología cuantitativa, una metodología cualitativa o una combinación de ambas.
Los métodos cuantitativos y cualitativos pueden ser complementarios en una investigación.
Los resultados pueden ser de dos tipos, no excluyentes entre ellos:
Es obligatorio explicar ambos resultados en el trabajo, pero también es muy recomendable incluir tablas o gráficos para mostrarlos. Seguidamente, el estudiante deberá hacer una interpretación de ellos.
A partir de esa interpretación de resultados, se obtendrán las conclusiones. Es recomendable que las conclusiones estén ligadas a los objetivos inciales planteados, para corroborar que, efectivamente, se han alcanzado.
En este apartado el estudiante debe plantearse cuáles son los aspectos que han quedado pendientes o no ha podido abarcar, y las cuestiones relacionadas con el trabajo que le gustaría tratar en el futuro o que deja abiertas para que otros investigadores trabajen sobre ellas (las denominadas líneas de trabajo futuro).