A la hora de elegir un tema hay que analizar los diferentes intereses que más te puedan motivar.
-Se recomienda plantear el tema de forma general porque, a medida que te vas informando y formando lo irás definiendo y concretando.
-El tema elegido deberá ser novedoso, original y que ofrezca interrogantes.
A continuación, analizamos las diferentes fases para elegir el tema:
- De un interés a un tema.
- Un tema debe responder a un interés específico.
- Se recomienda enumerar 4-5 áreas de las que te gustaría aprender más.
- Seleccionar aquél que presente mayor calidad y originalidad. Es muy importante la originalidad del tema.
- De un tema amplio a otro más restringido.
- De un tema amplio hay que pasar a un tema más específico.
- Cuidado de no reducirlo demasiado porque te puede pasar que obtengas poca información. Sí te sucede debes cambiar a otro tema que te aporte más información.
- De un tema restringido a las preguntas.
- Una vez elegido el tema a investigar, hay que responder a las siguientes preguntas:
- ¿Quién?
- ¿Qué?
- ¿Cuándo?
- ¿Dónde?
- En el apartado de Recursos para buscar información encontrarás diferentes fuentes especializadas.
- De las preguntas a los problemas.
- Una vez identificada la pregunta debes transformar la pregunta en problema. Tienes que diferenciar dos clases de problemas:
- Los problemas prácticos que tienen su origen en el mundo físico y cotidiano y se resuelven modificando las situaciones conflictivas que propicien su transformación.
- Los problemas de investigación son los que se originan en la mente debido a un conocimiento incompleto o una compresión errónea de la fenomenología cotidiana y se resuelven aportando más elementos sobre las limitaciones de nuestro conocimiento respecto a lo que investigamos.